El que busca halla

Seguidores

domingo, 12 de septiembre de 2010

Entrevista: JUAN MANUEL SÁNCHEZ GORDILLO, "LA LUCHA ES LA VIDA MISMA"

El parlamentario andaluz se ha convertido en un referente de la izquierda. Sus treinta años de trabajo político comunitario en Marinaleda, pueblo situado en la sierra sur de Sevilla, han consumado muchas utopías. Decenas de corporaciones sociales visitan este pueblo para intercambiar proyectos e ideales. Ahora considera el momento de extender esta filosofía política a otros lugares de Andalucía y del planeta.

Juan Manuel es un político de los pie a la cabeza. Los despachos y los lugares cerrados no lo mantienen mucho tiempo entre sus cuatro paredes. Le gusta el contacto con las personas y el intercambio de proyectos o denuncias, es lo que le hace ser un luchador. Su objetivo político es dar a conocer un proyecto exportable a otros lugares, ofrecer una alternativa de vida en este mundo globalizado.

Parece que el espíritu de izquierda se está difuminando, en él muchas personas ven un político de principios. Principios que no se negocian por cuotas de poder. Su presencia revitaliza las energías de todos los luchadores que están sumisos al modelo capitalista establecido. El no es un Mesías sino un trabajador de la dialéctica y de los logros socialistas, no es un pesimista sino un soñador, no es un solitario sino un representante de los que se sienten inseguros.

Acabamos de asistir a la presentación del documental Marinaleda, una lucha continua en la Universidad de Granada. El salón de actos estaba lleno de curiosos universitarios deseosos de ver lo que siempre alguien menciona en conversaciones de política alternativa: “pues en Sevilla hay un pueblo comunista... sí, Marinaleda, el pueblo del alcalde rojo”. Una vez terminada la obra audiovisual se intercambiaron las siguientes preguntas y respuestas de forma muy distendida.

¿Hay lucha en el sistema en el que vivimos?

El sistema es muy inteligente y trata que el objetivo de nuestras vidas sea ganar dinero y que el consumo da la felicidad. La gente se cree que a medida que tienen más cosas son más felices y eso se consigue con dinero. Nos meten la competencia con tu hermano al que consideras un rival, un enemigo. La gente sí que lucha, todo el mundo lucha aunque a veces no se sabe bien para lo qué lucha. La lucha es la vida misma. Lo que hace falta es marcar claro el objetivo por el qué luchas.

¿Qué se consigue con la lucha?

Yo digo que los derechos se consiguen con lucha, no hay derecho sin lucha y que los poquitos derechos de que gozamos es porque otros los han luchado, porque otros han muerto en esa lucha o se han sacrificado enormemente para que tengamos los poquitos derechos de que gozamos. Y digo más, no solamente los derechos se conquistan con lucha, sino que los poquitos derechos que tenemos si dejamos de luchar los perdemos.

Pero, ¿las luchas sociales de finales del XIX y el XX se terminaron?

Aunque digan que si, la historia todavía no se ha acabado. Sigue existiendo la lucha de clase, hay como un pulso constante entre la clase dominante, la burguesía, y los trabajadores. En esa lucha el capitalista nunca se cansa de ganar más y el obrero quiere mejoras sus condiciones de vida. Por lo tanto en la medida que el sistema pueda el capitalista ganará más dinero. Ya decían los primeros padres de la Iglesia que el que es muy rico es porque es muy ladrón. Se gana dinero a costa de la pobreza de otro. El hambre no es una casualidad es una consecuencia de esa filosofía. La destrucción de la naturaleza no es una casualidad es una consecución de esa filosofía del imperialismo económico.

¿Cuáles son los objetivos de sus luchas?

A mí me parece que la lucha es el objetivo de mejorar tus condiciones de vida, de saber que si tú no peleas por lo tuyo y si además no te organizas porque eres débil, no se conseguirán los mínimos de tener una vida digna. ¿Por qué luchamos? Vamos a luchar por los derechos humanos, pero que no sean teóricos ni retóricos, sino por la vida de la gente: por tener una vivienda digna y en condiciones, por tener un empleo estable y de calidad, por tener acceso al cultura, porque la sanidad sea pública y no privada, que todo el mundo tenga una enseñanza en condiciones, porque el medioambiente no se convierta en una mercancía, por la paz. Yo creo que hay muchos objetivos por los que luchar y lo que tenemos que organizarnos. Y digo que los pueblos tenemos que soñar, las personas tenemos la obligación de soñar para convertir los sueños en realidad y eso se convierte mediante la lucha.

¿Crees que es necesario estar dentro de las instituciones para que la lucha sea posible?

Del ayuntamiento, sí. El trocito de poder que es el ayuntamiento sí que creo que se debe acceder a él, porque yo creo que no se debe renunciar al poder político porque es la capacidad de decidir de un pueblo.

No estoy tan convencido de las demás, por ejemplo una diputación, incluso el Parlamento de Andalucía, – aquello es Versalles-, se discuten muchas cosas pero no se hace absolutamente nada y además todo lo que se hace es con obediencia a lo que marca Bruselas, en política agraria, en política económica, en política industrial.

El ayuntamiento sí que es un trocito muy pequeño de poder político que puede servir para vertebrar la sociedad y para dar respuesta concreta a los problemas concretos y habría que luchar para que los ayuntamientos tuvieran más poder político, más soberanía, más poder para decidir, más competencia y más dinero para poder hacer posible esas políticas. Por tanto, yo creo que el ayuntamiento sí que es una herramienta necesaria e imprescindible para la transformación de la sociedad. Pero desde luego, si un día queremos hacer una revolución en el planeta habrá que acceder a toda forma de poder y desde luego al poder económico además del político.

¿Cuál es el interés de que los pueblos no tengan tanto poder?

La burguesía quiere que los obreros no sepan de política. Así ellos no dejarían de ejercer la política que les conviene. Los poderes de las instituciones están trucados y están contrapesados de tal manera que no tienen incidencia real en la transformación. Para tomar el poder, los pueblos tendríamos que tomar el poder económico: que se nacionalizara la banca, y que los bancos fueran del pueblo, cosa que está muy lejos, que la tierra fuera del que la trabaja, que los medios de producción básicos estuvieran en manos del pueblo, eso es el socialismo, así sí que cambiarían las cosas.

Yo creo que los pueblos necesitan recuperar su soberanía. Los pueblos sí tienen que saber de política y sí tienen que participar en política, se puede estar dentro de un partido político o no, y se puede estar dentro de una institución o no pero sí los pueblos tienen que estar ubicados en torno a la herramienta que se den, pero con poder político.

¿Cómo valora la democracia?

Yo pienso que la democracia política sin democracia económica es una puñetera mentira. Nosotros no nos conformábamos con la democracia burguesa que nos llegaba sino que intentamos la democracia directa mediante la participación directa de los vecinos mediante asambleas, mediante referéndum, mediante asambleas por barrios, etc. Pero nosotros nos damos cuenta que aunque estamos avanzando en aquella democracia, asambleas en las que participan 200 y 300 personas y unas 50 ó 60 asambleas al año. Nos dimos cuenta que la gente necesitaba en esas asambleas resolver problemas concretos.

¿Cuándo comienza Marinaleda a tomar posiciones de poder?

Con la huelga de hambre del año 80. Fue conocida en todo el planeta, vinieron las televisiones de prácticamente toda Europa. Aquí empezó a darse cuenta el poder establecido, que en ese momento era el gobierno de la UCD, que existía Andalucía, que seguía el problema jornalero; que seguían estando el 2% de los propietarios que poseían el 50% de las tierras cultivables y que había más de 500.000 jornaleros en paro y sin perspectiva ninguna de futuro. Entonces Marinaleda con aquella huelga de hambre consigue que se tenga en cuenta de nuevo Andalucía y que se tenga en cuenta el mundo rural. Yo creo que es una lucha fundamental.

¿Cuál ha sido el logro más importante de vuestras luchas?

Yo creo que para nosotros ha sido conseguir expropiar tierras para trabajar. Eso era un sueño colectivo que tuvimos, que los más optimistas pensamos que algún día sería posible, pero que mucha gente no creía que fuera a llegar nunca. Ese sueño de quitarle tierra a los terratenientes , después de muchos años de lucha, de ocupaciones, de sacrificio, de cárcel, de denuncias, de multas, incluso de amenazas de muerte, al final se ha hecho realidad. Entonces, el día que nosotros conseguimos las 1.200 hectáreas de tierra que nos permiten tener empleo, yo creo que eso ha sido un cambio radical. Yo creo que ha cambiado nuestra vida en todos los órdenes.

Y de ahí aparecen las cooperativas, ocho de primer grado y una de segundo grado. Aquí nos damos cuentas que con las tierras no es suficiente para acabar con el paro y entonces creamos las industrias. La tierra es de quien la trabaja y pensamos que también la industria. Industria de transformación de la alcachofa, del pimiento, de la haba, etc. Con el medio de producción tierra y el medio de producción industria sí que alcanzamos el pleno empleo. Esta es la primera consecuencia, de un pueblo de pleno paro a un pueblo de pleno empleo. Sí que acabamos con la explotación directa del terrateniente, hemos dejado de depender de él para comer todos los días y ya tenemos trabajo en nuestro propio pueblo acabando con la inmigración, ya nadie tiene que irse a otros pueblos ni a los hoteles porque tiene trabajo en su propia localidad. Desaparece la explotación directa, la plusvalía que produce el trabajador con su trabajo se reparte. En las asambleas de trabajadores se decide que la tierra no se divida, que la tierra es de todo y no es de nadie y decidimos también que todo el mundo ganen el mismo sueldo, tengan la tarea que tengan o ocupe la función que sea. Desde ahí conseguimos la democracia económica con la decisión mediante asambleas de los trabajadores de El Humoso en el modelo económico que quiera seguirse con la cooperativa. Luego damos un salto más con la democracia social.

¿Cuáles son las herramientas de esa democracia social?

El poder político del ayuntamiento utilizado como contrapoder, utilizado como elemento subversivo de la realidad, utilizado como una herramienta que da voz a los que no tienen voz porque nos ha abierto puertas para nuestras reivindicaciones y luego a mi me parece que el proceso que también ha llevado a todo eso ha sido el de la participación activa de la gente que ha dado la fuerza para conseguir las cosas y luego cuando lo ha conseguido la sabiduría de saber conservar esas cosas que se han conseguido.

¿Esta democracia social, participativa y directa no se ve identificada con la política que nos envuelve?

Esa democracia de participación directa quitaría a los políticos profesionales y eso no le interesa a ninguna cúpula de los partidos, además la democracia directa exigiría la democracia económica y por tanto eso sería el socialismo, no sería el capitalismo. La democracia burguesa es una puñetera mentira en la que al final detrás del poder político está el económico que son los que realmente mandan. La dictadura de los Botín de los banco y del capital financiero sigue siendo una dictadura cada vez más clara. Una democracia directa donde la gente reclamara, por ejemplo, una vivienda barata pues significaría quitar mucha especulación y a mucho ladrón que se está beneficiando de esa necesidad humana. Eso sería revolucionario y por tanto los partidos, hoy, ni los que se llaman de izquierda desgraciadamente son revolucionarios sino son pro sistema, son pro capitalistas y nadie le quiere poner los cascabeles al gato. Nadie quiere la democracia directa. Esto sería ideal para trasladarlo a otro sitio pero desde luego habría que cambiar de sistema automáticamente, cambiar de democracia formal a democracia real.

¿En qué se diferencia la política de Marinaleda de otros pueblos?

Pues, por ejemplo la vivienda ¿no? Aquí se consiguen viviendas por 15 euros al mes que parece que… esto es una quimera, cuando tendría que ser la norma general. Aquí hemos llevado a la práctica un urbanismo solidario donde el suelo se le da a la gente gratuitamente porque pensamos que el suelo tendría que ser un derecho y no un negocio. Hemos hecho posible la vieja frase de que la tierra es del que la trabaja es otra diferencia fundamental o luego la participación.
Yo creo que son elementos muy diferenciales del ambiente que nos rodea. Es decir, desgraciadamente el ayuntamiento se convierte muchas veces en pequeños parlamentos con alcaldes con unos sueldos grandísimos y con una lejanía tremenda a pesar de vivir en el mismo pueblo que sus vecinos, de las necesidades de sus vecinos. Pero yo sí creo que… que la diferencia está en que nosotros no solamente soñamos con la utopía, sino que tratamos de que la utopía se haga realidad. Yo creo que esa es la gran diferencia de Marinaleda con respecto al ambiente general que nos rodea.

¿Modificarías o cambiarías algo de vuestro proyecto político?

Pues yo cambiaría que fuéramos más revolucionarios de lo que somos. Yo creo que con la experiencia que hemos vivido tenemos obligación de ser más comprometidos que nadie, más luchadores que nadie, más solidarios que nadie porque hemos recibido mucho, hemos tenido mucha suerte. A lo mejor hemos puesto también un poco de inteligencia, pero hemos tenido mucha suerte...hemos dicho tierra, y hemos conseguido tierra; hemos dicho vivienda y hemos conseguido vivienda; hemos dicho bienestares públicos y bienestares públicos que hemos tenido.
Hemos dicho que se hacía suelo verde y somos uno de los pueblos con más metros de suelo verde por habitante. Hemos dicho que no haya diferencia entre dirigentes y dirigidos y toda la gente que estamos en el ayuntamiento, no solamente somos los últimos a la hora de obtener beneficios sino que todo el mundo vive de su trabajo. Por tanto, yo creo que son muchas cosas concretas que están ahí.

Entonces, ¿qué hecho yo en falta? Pues que aunque aquí si alguien que viene de fuera nos ve más comprometidos que en otro sitio, pero también aquí lo que hemos conseguido es tan grande, es tan profundamente revolucionario, que tendría que transformarnos mucho más. Y yo creo que ese es el gran reto. Porque yo creo que si cambiamos las estructuras, pero no cambiamos las personas, sino cambiamos los valores de las personas, tenemos el peligro de repetir las viejas estructuras que hemos combatido antes. Entonces, yo creo que es el gran reto y es el gran proyecto que tenemos en el futuro.

¿Qué opinas del tratamiento que os dan los medios de comunicación?

Yo pienso que la burguesía no solamente tiene el monopolio de los medios de producción y el monopolio de la violencia, solamente ellos pueden matar legalmente, la guerra es una forma de terrorismo pero legal, el gobierno de zapatero tiene soldados en Afganistán, que hoy mismo están matando a gente porque están en un proceso de ofensiva, dicen, de la OTAN.

También tienen el monopolio de los medios de comunicación porque necesitan del discurso único porque no quieren que haya el discurso alternativo, porque ese discurso alternativo tiene valores alternativos, hay pensamiento alternativo y habrá más tarde o más temprano una sociedad alternativa. Y por eso ellos procuran controlar la información y la enseñanza, por todos los medios. Esos dos instrumentos ideológicos tratan de que no se les escape. ¿Quiénes están detrás de los medios de comunicación? Usted mira detrás de los medios de comunicación y están los bancos y las multinacionales. Esos mismos que necesitan la guerra, esos mismos que necesitan destruir naturaleza. ¿Qué información vamos a recibir a través de los medios? La que a ellos les conviene, los valores que a ellos le interesa, la realidad será, la realidad virtual que a ellos le interese. Si a ellos no les conviene hablar de Rusia porque con la llegada ahora del capitalismo hay más miseria que nunca y se iguala la miseria a la que había en los tiempos de los zares pues no interesa que salga, y no sale. Entonces, yo creo que es muy importante que se consigan valores alternativos y esos valores alternativos se tienen que dar desde los medios de comunicación alternativos. Hace falta que nosotros generemos radios locales, televisiones locales, que se conecten y distintas maneras de expresión porque nos están robando no solamente el trabajo o nos roban la plusvalía...nos roban porque la explotación está basada en el robo. Sino que también nos destruyen el planeta en el que vivimos, pero es que también nos roban la palabra, la capacidad de decir cosas diferentes, la capacidad de revelarnos, la capacidad de comunicar un pensamiento diferente para construir un mundo diferente. Yo creo que ese es el gran reto en este país hay un duopolio y prácticamente en el planeta hay 6 multinacionales que controlan toda la información.

Por tanto, eso es un reto de la izquierda que tiene que asumir y en la medida que nosotros no tengamos medio de expresión, desapareceremos. Por tanto, las luchas de clase serán a tres niveles: económico, político y también ideológico. Tú observas cada vez más que vestimos las ropas que ellos quieren, la botellona la ves tú en Sevilla, la ves en Córdoba y la ves en Nicaragua. Y que, los pisos donde la gente se mete, esas colmenitas son iguales en todas partes, no tenemos espacio para poder demostrar que es posible otro mundo. Yo creo que ahí tenemos que jugar fuerte o no tendremos ningún futuro.

¿La experiencia de Marinaleda la ve factible en otras poblaciones?

Claro que sí, lo que hace falta es vergüenza política para llevarlo a la práctica y si alguien dice: bueno pero esto es un pueblo pequeño... bueno pues yo digo que de los 700 pueblos de Andalucía, que por lo menos 30 ó 40 son pueblos pequeños. Se podía hacer para mí en toda Andalucía, en todos esos pueblos pequeños e iguales que nosotros, pero además también se puede hacer en pueblos grandes o en ciudades. ¿Por qué?... ¿por qué en Sevilla ciudad o en Córdoba no se puede hacer presupuesto participativo donde los vecinos realmente decidan no una parte del presupuesto, sino el presupuesto entero? ¿y quién ha dicho que no se puede hacer vivienda dónde el ayuntamiento consiga suelo y ese suelo se ponga al servicio de la primera vivienda gratuito o a precio de coste?, claro que sí que se puede. ¿Es qué no se puede hacer que en cualquier ayuntamiento que los sueldos de los que… del alcalde y de los concejales sean iguales que los de la media de los trabajadores de esa comunidad o ciudad? Claro que se puede.
¿Quién dice que no se puede movilizar una gran ciudad ante un problema concreto?

Y por supuesto a mi me parece que eso vale para una ciudad y para un país. Lo importante es la filosofía. Por supuesto que esta filosofía se cristalizará de una manera o de otra en los distintos pueblos donde se lleve a la práctica por las distintas circunstancias. Pero a mi me parece que la filosofía de la igualdad, la filosofía de la paz, la filosofía de la no diferencia entre dirigentes y dirigidos, la filosofía de la participación, la filosofía de que es posible la libertad con pan...yo me parece que no solamente es posible sino que es imprescindible en este planeta y si no este planeta va a reventar en treinta mil trozos porque no se puede aguantar que en este momento que cada día mueran por el hambre 70.000 personas con unos verdugos que es un modelo económico que es el que fabrica ese hambre porque la gente no se muere por casualidad sino a la gente la asesina el hambre y quien fabrica el hambre.

No hay comentarios: